Seguimos la recorrida y comenzamos a percibir que dificilmente podamos instalarnos aquí. A diferencia de la redacción de lanacion.com, aquí se trabaja en el absoluto silencio. Los únicos que interrumpen la paz de los Googlers vienen desde la Argentina. Los cubículos distan bastante de los estereotipos del comic Dilbert. Hay oficinas vidriadas, carpas o espacios poco convencionales en los que trabajan dos o tres personas.
Todos están compenetrados con sus monitores que parecen pantallas de cine. Nos vamos preparando para nuestra primera entrevista con uno de los ingenieros de uno de los productos más novedosos de Google, el navegador Chrome.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario