miércoles, 3 de diciembre de 2008

Google Shopping Center

Ya nos vamos despidiendo de esta travesía por el interior de Google, pero no podemos volvernos a casa sin algún recuerdo para traer a Buenos Aires. En el Google Shop podemos conseguir remeras entre diez y veinte dólares, tazas y anotadores por cinco o todo tipo de merchandising con el clásico logotipo con las letras en colores. Lamentablemente no se acepta cash (?). Sólo tarjeta de crédito.

Marissa Mayer, una voz autorizada



No debe ser fácil para cualquier mujer triunfar en un mundo en el que la gran mayoría son hombres. Más aún en un ambiente laboral que es como una especie convención permanente de ingeniería, una carrera que de por sí atrae casi en su totalidad al público masculino.

Marissa Mayer se las arregló para triunfar en ese ámbito. En 1999, y con apenas 24 años, ingresó a Google, cuando en la empresa sólo trabajaban 19 personas. Y ese no fue su único logro. Además fue la primera ingeniera mujer contratada.

Mayer hoy es vicepresidenta de productos de búsqueda y servicio al usuario y una especie de celebridad en el mundo tecnológico. Su esbelta figura y el rol clave que ocupa dentro de la compañía la llevaron a las portadas de revistas de informática, negocios y del corazón.

No sólo su atractivo físico la hacen una soltera codiciada de California: también es millonaria. Su tiempo es tan valioso para Google que en las reuniones que tiene diariamente pone en marcha un reloj con cuenta regresiva implacable. Cuando se acaba el tiempo, se acaba la reunión.

A pesar de su ajustada agenda, lanacion.com pudo entrevistarla en el patio principal del Googleplex. Este es anticipo de una entrevista, que publicaremos más adelante. Marissa nos respondió estas preguntas:

1) ¿Vislumbró cuando ingresó a trabajar en Google que la empresa iba a crecer tanto?
2) ¿Está cambiando la forma en la que la gente busca cosas en Internet?

Bondi VIP

¿Acostumbrado a viajar en el San Martín a Palomar? ¿Cansado de viajar en el subte D apretujado y con 40º de sensación térmica? Estos colectivos VIP, que salen desde todo el área de la bahía en donde está la ciudad de San Francisco y todo el Sillicon Valley, te llevan a Google diariamente con frecuencias de hasta 15 minutos en horarios pico.

Como el tránsito en Estados Unidos puede ser casi tan caótico como el de Buenos Aires (aunque los automovilistas manejen mucho mejor), Google dispuso de una flota de casi 40 colectivos que intentan hacerle la vida más fácil a sus empleados. La idea es que también sean productivos durante el viaje a casa o en los atascos camino al trabajo. Todos los buses están equipados con una red Wi-Fi.


Servicio Tech

¿Se te rompió el mouse? ¿Necesitás DVD vírgenes? ¿Tal vez un cable LAN? ¿Una mochila para llevar la laptop? Sólo tenés que pasar por los Depots de cada piso y buscar lo que haga falta.



Si todavía no estás convencido de que en Google está todo preparado para que sólo te preocupes en trabajar, la galería también te muestra cómo funciona el servicio técnico. En estas simpáticas oficinas hay gente que espera ansiosa para ayudarte a resolver cualquier tipo de problema de software o hardware.

Masaje G.

Ya casi en el estribo de nuestra recorrida, es un buen momento para relajarnos un poco. En una de estas salas se puede disfrutar de un masaje reparador. Sin embargo, y a diferencia de casi todo lo que está dentro de Google, los empleados que quieran una sesión con estos expertos en descontracturar los músculos deben pagar. Como es un servicio tercerizado la tarifa es de 30 dólares.



La otra opción (gratuita) es acostarse en este sillón antiestrés a dormir una siesta. A juzgar por la cara de Jos, es una posibilidad que no debemos descartar.

El viajar es un placer

Ya contamos que la superficie de Googleplex alcanza casi los 50 mil metros cuadrados. Para recorrer estas distancias y no perder tiempo se pueden encontrar en cualquier esquina diversos medios para trasladarse. Pueden ser bicicletas (las que son públicas están identificadas con un unos banderines en los manubrios) o estos juveniles scooters que le encantaría tener a cualquiera de mis sobrinitas.


La ley de los 150 pies

"Ningún empleado debe estar más lejos de 150 pies (45,72 metros) de una fuente de alimentos"
Esta máxima no es de un hombre cualquiera. Es uno de los preceptos que instauró el fundador Larry Page. Por eso, además de los restaurantes, Google ofrece varias posibilidades para engañar el estómago. En todos los pisos del complejo encontramos estaciones de cafetería donde podemos saborear un rico expreso buscar galletitas o algún otro snack para hacer más llevadera la jornada laboral.



En una de estas cafeterías encontramos este cartel que sigue el leit motiv de la empresa "Dont be evil", pero que apunta a los empleados angurrientos: